lunes, 25 de enero de 2010

Mi tercera obra de teatro escolar

“Candados y lágrimas”

Autor: Walton Beltrán Uyevic

PERSONAJES: Bastián (joven neonazi)
Roberto (joven neonazi)
Christofer (joven neonazi)
Romina (niña gótica)
Ángel (joven punk)
Magdalena (niña gótica)
Pedro (obrero peruano)
María (empleada peruana)
Santiago (obrero peruano)
David (padre de Bastián)
Elizabeth (madre de Bastián)
Abogado

ACTO I

Escena Primera

(En una calle cualquiera, caminan y conversan Roberto, Bastián y Christofer)

Roberto: Oye, buena onda tu viejo. No te puso problemas pá salir y más encima te dio plata.
Bastián: Con mi viejo no pasa na’, si está más preocupado de sus cosas. Su trabajo, sus amigos y la posición social.
Roberto: Chss, ojalá yo tuviera un papá así. Lo que es a mí me lesean todo el día por los estudios.
Bastián: En cambio a mí nunca me lesean. Mi viejo le dice a mi mamá: “Oye vieja, ¿cómo le va al niño en el colegio?, ¿fuiste ayer a reunión, verdad?, mi mami le dice que tengo un promedio de 6,7 y el viejo se queda de lo más contento. Cree que con pagarme el colegio, ya está lista su tarea de padre.
Roberto: Oye, pero no te lesea. Te deja tranquilo…
Bastián: Ojalá se diera cuenta que de repente necesito que me pregunte cualquier cosa. Cacha que entra a mi pieza y me ve leyendo. Lo único que dice es: “ajá…, lector… igual que su padre” y se va con el pecho hinchado.
Roberto: ¿Y no te ha cachao los libros que leís?
Bastián: Si apenas llega hasta la puerta. A lo más me pregunta si necesito dinero y me deja unas lucas en el velador.
Christofer: A mí mi viejo tampoco me pesca mucho, pero no me deja ni siquiera cien pesos, tengo que moverme algunas monedas con mi vieja, …tú sabís poh, …con los vueltos, no vís que yo soy el niño de los mandaos…
Roberto: No tenís que comentar eso delante del líder, mira que va a decir que eso es robarle a la mamá y tú sabís como se pone, cuando ve que algo no está como debe estar. Es súper puritano de repente.
Bastián: …como debe ser no más, poh.
Christofer: Parece que esta noche va a haber una limpieza, porque andan unos peruanos leseando y esparciendo su olor cerca de la estación.
Roberto: Parece que le van a dar la posibilidad a uno de los nuevos, pa’ que muestre hasta donde es hombre.
Christofer: ¡Cómo mínimo tiene que cortarle la cara a unos dos!
Roberto: Y darles unas buenas patadas por el culo, ja, ja, ja…

(ríen Roberto y Christofer)

Bastián: No sé, tengo un mal presentimiento, como que algo malo va a pasar…
Christofer: Chss, no seai pájaro de mal agüero, poh…
Roberto: Ya llegamos, entremos al tiro que venimos medio atrasados.
Christofer: Espérate, mejor, parece que ya empezó… y él se molesta…

(del otro lado de la puerta se escucha una voz grandilocuente)

VOZ: …y por eso tenemos que deshacernos de toda esa escoria que carcome los pilares de nuestra sociedad. Les sacamos la cresta en la Guerra del Pacífico y ahora se vienen a meter a nuestra tierra, a ocuparle los puestos de trabajo a los chilenos. A estos peruanos de mierda hay que hacerlos salir cagando de Chile. Por la buena, o por la mala.

(se escucha una fuerte respuesta coreada: ¡Heil Hitler!)

(Se cierra el telón)


Escena Segunda

(en otro lugar de la ciudad, en una plaza)

Romina: Oye, ¿verdad que los neonazis te agarraron anoche?
Ángel: No, pero estuvieron a punto. Me habían acorralado, pero pasó justo una ambulancia con las balizas encendidas. Iluminó el lugar. Parece que en un momento creyeron que eran los pacos y alcancé a salir corriendo.
Magdalena: La suertecita…, esa no la contai dos veces.
Romina: ¿Sabís, estoy chata con esta cuestión de la intolerancia?, ¿Por qué no nos dejan vivir tranquilos?, ¿Quiénes se creen que son?
Ángel: ¿De qué intolerancia me hablai?, ¿de la de ellos no más? Si nuestra sociedad está llena de intolerancias, ¿o me vai a decir que eso de contar chistes de maricones o de gangosos, no es una forma de intolerancia?; ¿o cuando nos reímos de los mateos del curso, de las gorditas y los gorditos, de los cuatro ojos, al final, casi todos somos discriminadores e intolerantes, me da vergüenza pensarlo, pero es así…
Magdalena: …y toda la gente acepta esa intolerancia. Se llegan a mear riéndose…
Romina: ¿Sabís? Estaba pensando en los argumentos que estos compadres tienen. Cacha que dicen que los negros son degeneraciones de la raza, pero resulta que el ser humano nació negro, poh, si nació en medio del África, ¡tenían que ser negros!
Magdalena: …y a medida que salieron de África y se desplazaron a Europa se les fue decolorando la piel.
Romina: O sea que se fueron blanqueando, poh.
Ángel: ¿Entonces, los degenerados somos todos los blancos?
Romina: Sí, poh. Los negros son negros y nosotros somos pálidos.
Magdalena: …y así los blancos se creen puros y perfectos. Si hasta Jesucristo, que era entre judío y palestino, debió haber sido morocho y de pelo crespo.
Ángel: Sí, poh, pero siempre lo han pintado con una facha europea…, rubio, de ojos azules y de más de un metro ochenta…
Romina: ¿Sabís que más? Vos cachai que yo soy medio artista pa’ mis cosas. Hace unos días soñé que unos brujos me obligaban a pintar mis telas sólo con un tipo de pintura y por más que me esforzaba, mis telas quedaban mustias…, tristes…, porque no se puede hacer una composición solamente con un color.
Magdalena: …sí pos, comadre. La vida es igual, nada bueno puede salir con un solo color. Ni siquiera con un solo color de piel.
Ángel: ¿y entonces qué pasa con estos giles?
Romina: Yo creo que le tienen miedo a la diversidad.
Ángel: ¿Cómo, miedo?
Romina: Sí, poh.quiera con un soda es igual, nada bueno puede salir con un sno se puede hacer una composici s. monedas con mi vieja, t Cuando tenís varias alternativas en la vida, tenís que jugártela, tenís que competir, y en la competencia podís ganar o perder. ¡Así es la vida! Yo creo que estos compadres son como cobardes, en definitiva, porque se niegan a la posibilidad de competir en un ambiente de diversidad.
Magdalena: Mmm, claro, al haber una sola forma de vida, no enfrentan riesgos…
Ángel: Claro, así nadie puede encontrar a alguien que sea mejor que uno…
Romina: Una vida fome, poh, como pintada con un solo color. Una vida uniformada.
Magdalena: Ángel, ¿tú cachai qué significa la palabra uniformada?
Ángel: En realidad, no, ¿Qué significa?
Magdalena: La misma palabra lo dice, poh, “una sola forma”.
Romina: Como un solo color…

(se cierra el telón)


Escena Tercera

(en las puertas de la Estación, a un extremo de la escena)

Pedro: No, yo no aguanto más, estoy juntando un dinero y me regreso a Lima. Las cosas no se me dieron como yo creía. Este país está avanzando, pero igual cuesta mucho ganarse el dinero. No es como me dijeron que sería.
María: A mí, menos mal que me está yendo regularmente bien. Como vivo en la misma casa de mis patrones, no gasto en habitación ni en comida, así es que puedo ahorrar para mandar a la familia en Arequipa.
Santiago: Yo también creo que me regreso, si lo único que he podido conseguir es trabajo en el campo, pero me pagan muy mal, mucho menos que a los chilenos por el mismo trabajo.
Pedro: Abusan porque no tenemos papeles.

(entran por el otro extremo Roberto, Bastián y Christofer)

Roberto: Allí hay tres, Bastián. Esta es tu oportunidad de mostrarte compadre, nosotros te cuidamos la espalda. Tenís que hacerte famoso. Tenís que pitiarte a estos peruanos.
Christofer: ¿Trajiste tu cadena y tu candado?
Bastián: …pero, es que hay una mujer con ellos.
Roberto: ¿y eso qué?
Bastián: …no pues, no veís que es una mujer.
Roberto: Oiga compadre, no me arrugue pues, no veís que también es peruana y le está ocupando un puesto de trabajo a una chilena. No veís que también está contaminando nuestra tierra.
Christofer: Ahora llegó la hora de demostrar, pues compadre. Este es un camino sin retorno.

(el trío se acerca a los obreros y la mujer)

Roberto: (empujando a Bastián) Ya, poh, compadre, ¿querís pertenecer o no?, ¿o no te corre sangre chilena por las venas?
Bastián: (acercándose a un peruano) Me dice la hora por favor…
Pedro: Son las 11 de la noche, paisanito…
Bastián: ¿Cómo que paisanito, hueón?, ¿a quién creís que te estai refiriendo?
Pedro: Discúlpeme joven, yo no quería molestarlo, yo no quería…
Bastián: ¿Qué no querías?, ¿Venir a quitarle la plata a los chilenos, hediondo?
Pedro: No, no, no quiero problemas…
Bastián: (remedándolo) No quiero problemas, no quiero problemas, ya los encontraste, ¿sabís…?

(lo empuja y se van detrás de una pared, seguido por los otros peruanos y los neonazis que pelean. Se escuchan gritos, empujones, golpes…)

(se cierra el telón)

ACTO II

Escena Primera


(en el comedor de la casa de Bastián. Se escucha una música de fondo en la radio)

David: (leyendo el diario) ¿Y Bastián?
Elizabeth: (mientras sirve el desayuno al marido) Está durmiendo, llegó tarde anoche. Parece que estaba estudiando para una prueba en casa de un compañero.
David: (jactancioso) Responsable igual que el padre. Este hijo mío va a llegar muy lejos. Yo creo que va a ser abogado, porque siempre anda preocupado de los derechos de las personas.
Elizabeth: O profesor de historia, porque siempre anda estudiando esas cosas.
David: Chiss, ¿pa’ que se muera de hambre?, un hijo mío tiene que llegar lejos, ¡gerente de algo! Me tinca que va a mandar a muchas personas, porque tiene pasta de líder.
Elizabeth: Tal vez asistente social…, porque se preocupa mucho del trabajo de los chilenos, el otro día le oí que conversaba de esas cosas con un amigo por teléfono.
David: ¿Asistente social?, ¿estas loca?, ¡Gerente! Si su padre manda a doce personas, él como mínimo va a mandar a unos cincuenta o cien.

(la radio emite un comunicado de prensa)

RADIO: Interrumpimos este programa para informar que un ciudadano peruano, residente en Quillota, fue brutalmente golpeado con objetos metálicos, anoche, en la vía pública, por lo que hoy se debate entre la vida y la muerte en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital “San Martín”. Junto a él resultaron lesionados, de diversa consideración, otros dos ciudadanos peruanos. Se trata de una mujer, asesora del hogar y un obrero agrícola. Los tres trabajan en la comuna de Quillota. La Gobernación Provincial y la Fiscalía Pública están solicitando una serie de diligencias a la Policía de Investigaciones y Carabineros con el fin de esclarecer el incidente y lograr la captura de los responsables. Es todo desde el sector policial, ¡adelante estudios!

David: ¡Apaga esa cuestión…!, (molesto) ¡que no se pueda desayunar tranquilo hoy en día!
Elizabeth: (apaga la radio) Pobre gente…
David: No los compadezcas tanto, si debe haber sido una pelea de curaos, estos peruanos son tan buenos pa’l trago. Se toman toda la plata… por eso no surgen. Imagínate, salen de su país porque no tienen qué comer, vienen a un país como el nuestro que les brinda posibilidades y ¿qué hacen?, se toman la plata y se ponen a pelear hasta quedar casi muertos…
Bastián: (entrando somnoliento) Hola viejo…, hola mami.
David: ¿Cómo está el orgullo de la casa? ¡Ehh, futuro gerente!…, estuviste estudiando harto anoche, parece…
Bastián: (hace sólo un gesto, como asintiendo).
David: Bueno, bueno, ya se nos hace tarde. El deber nos llama.
Elizabeth: ¿Te pasa algo mijito?
David: Déjalo tranquilo vieja, no ves que está cansado de tanto estudiar. Apúrate que se nos hace tarde y este trámite tenemos que hacerlo los dos. (dirigiéndose a Bastián) Nos vamos a comprar una doble tracción cero kilómetros con tu madre, para que salgamos a pasear y disfrutar toda la familia. Chaoo.
Elizabeth: Chaoo, mijito, ¡cuídese!
Bastián: (tras algunos segundos de silencio) … a disfrutar toda la familia, … claro, siete días al año. Siete días en que se lo pasa durmiendo, mientras mamá aprovecha de carretear en la playa.

(se cierra el telón)

Escena Segunda

(en la misma plaza)

Ángel: Ando raro, como incómodo.
Romina: A lo mejor te estás enfermando.
Ángel: No, no es eso, es algo… raro, ni siquiera sé explicarlo…

(aparecen Bastián, Roberto y Christofer)

Roberto: Mira quienes están en ese asiento.
Bastián: El punk que se nos escapó el otro día.
Christofer: Esta es la ocasión camarada. Ayer, moliste al peruano y hoy te pitilla a esta basura. (Golpeándole la espalda) Vas a cambiar de color los cordones, parece…
Bastián: El líder me felicitó por el castigo al peruano, pero me dijo que había sido tímido, porque no lo castigué fuerte.
Roberto: (moviendo coquetamente sus manos) No te dijo tímido, te dijo que habías tenido “manos de señorita” con el peruano.
Bastián: Pero ahora tendrá que felicitarme con todos los honores.

(se acercan a la pareja)

Ángel: Me gustaría que la sociedad pudiera permitirle a los jóvenes soñar con la libertad y las oportunidades que todos deberían…
Bastián: ¿Cómo estai cabroncito? El otro día te escapaste, pero ahora te pillé (lo empuja).
Ángel: Calma loco, ¿qué te he hecho?
Bastián: ¿A quién venís a tratar de loco?, ¿Te he da’o la confianza? (lo empuja nuevamente)
Ángel: Pero, cálmate poh, viejo…, si yo no te he hecho na’.
Bastián: Cómo que viejo, no vís que tengo 16 años no más. (empujándolo) Defiéndete pu’ hueón, ¿o se te hace?
Ángel: Yo estoy con las manos limpias…
Bastián: Por leso…, (a sus compañeros y riéndose) ¡Cochino y leso me salió este gil! (Saca su cadena con candado y comienza a golpearlo).
(los otros neonazis, sacan un palo de béisbol y golpean a Romina. Bastián tiene en una mano su cadena con candado y saca de su mochila un martillo para golpear a Ángel. Lo golpea varias veces)

Roberto: ¡Ya compadre, déjalo, si ya lo castigaste suficiente! Nosotros a la mina le dimos su merecido. ¡Vámonos, antes que aparezca algún curioso! (se van los tres).

Romina: (incorporándose dificultosamente, gatea hacia su amigo) ¿Ángel?, ¿Angelito? (Al darse cuenta que está muerto comienza a llorar) ¡Noooooo!, ¡noooo!, ¡…te mataron Angelito…! (sollozando lo levanta y lo acerca a su pecho, lo mira, lo acaricia y lo besa en la frente) Angelito…., Angelito….


(se cierra el telón)


Escena Tercera


(De fondo se escucha música. Ocupando tres espacios del escenario están Bastián, Ángel y Romina. Ángel, en el extremo izquierdo del escenario, con su rostro ensangrentado sólo gira lentamente con los brazos abiertos y mirando al cielo. Bastián está sentado al centro del escenario, con sus manos ensangrentadas. Tiene colgando su cadena con el candado ensangrentado y sólo mira al vacío. Romina, al extremo derecho, con sus manos y rostro ensangrentado pinta una tela al óleo, con un solo color. La gente camina, a tientas, entre ellos, en distintas direcciones y con los ojos, boca y oídos vendados.) {Caminan un doctor, un sacerdote, un ejecutivo con maletín, una profesora, una parvularia, una deportista, un obrero, una dueña de casa, entre otros.}

(se cierra el telón)


Escena Cuarta

(Con música de fondo. Dos policías de lentes oscuros llevan detenido a Bastián y cruzan el escenario de lado a lado. Romina, con algunos vendajes, va relatando a un actuario que toma notas en un taco de apuntes, mientras atraviesan el escenario. David y Elizabeth, los padres de Bastián, cruzan llorando y abrazados. Jóvenes punk se instalan en medio del escenario gritando: ¡Justicia, Justicia!, cuando David y Elizabeth cruzan nuevamente, les gritan apuntándoles con los dedos: ¡asesinos, asesinos! hasta hacerlos correr. Un canillita vocea “El Observador” con la noticia de la detención. La gente, aparece gritando: ¡Justicia, justicia!).



ACTO III

Escena Primera

(detrás de unas rejas, madre e hijo sentados)

Bastián: Pero, ¿por qué no me entienden? Yo hice lo que me pidieron. Todos me ignoraban. Deberían estar agradecidos, si nos están quitando el aire. Toda la escoria de la sociedad. Y yo lo único que hice fue limpiar un poco…
Elizabeth: Hijo, ¿por qué no me dijiste?, ¿por qué no hablaste con tu padre?
Bastián: Yo estaba solo… ustedes me habían dejado solo. Yo sólo me uní a la causa y actué como debía actuar, para que muchos se sientan orgullosos. Para que esta sociedad se limpie, porque está llena de inmundicia, y la inmundicia hay que combatirla…
Elizabeth: Oh, hijo, hijo… si pudiera volver el tiempo atrás. ¿Cómo no me di cuenta a tiempo?
Bastián: Pero es que no comprendes, yo hice lo correcto. Debes estar orgullosa. Yo soy un héroe, ¿por qué no me comprendes?, ¿por qué no me quieres comprender?...
Elizabeth: Hijo, yo siempre estaré contigo… (se levanta y se aleja).
Bastián: No, no te vayas mamá, no me dejes nuevamente solo…

(entra su abogado)

Abogado: La testigo ha declarado todo, con lujo de detalles, y este caso se ve muy difícil. Tendremos que alegar que fuiste inducido, que te lavaron el cerebro, que no eres responsable.
Bastián: A mí no me han lavado el cerebro, no ve que soy un héroe… ¡Soy un héroe! Me castigan por limpiar mi patria. Esto es completamente injusto…
Abogado: Si dices eso te podrían dar mínimo unos quince años.
Bastián: Pero, ¿no ve que soy una víctima?, ¿una víctima del sistema?, ¿por qué todo el mundo quiere ahora defender a esas basuras que no le aportan nada al país?
Abogado: …porque tenía derechos…
Bastián: ¿Qué derechos?, ¿qué derechos?, ¿y los derechos de los chilenos que queremos vivir en una patria limpia?
Abogado: Pero es que una patria se construye entre todos…
Bastián: ¿Sabe?, mejor se va, usted no comprende nada…, nada…, están todos locos, todos…

(se cierra el telón)

Escena Segunda

(en el Cementerio)

Romina: Pobre Ángel, perdió su vida cuando no llegaba a los 18 años. Tenía tantas ideas de igualdad, y libertad, y solidaridad… Creía que se podría construir un Chile mejor. Que había que ponerle el hombro entre todos.
Magdalena: Al compadre, parece que le tiraron quince años, sin derecho a salir antes…, al final fue el que perdió.
Romina: No sé, yo creo que aquí muchos hemos perdido. Ya de nada sirve llorar. Perdió Ángel, porque está muerto; perdió él porque está en la cárcel. ¿Cachai, lo que debe ser estar en la cárcel, cuando estai en una edad en que tenís que volar libre?
Magdalena: ¿Vos le estai entrando a tener pena?
Romina: No, no le tengo pena, ni siquiera un poquito de rabia. Tiene que pagar lo que hizo, aunque eso no sea suficiente. También pagará junto a él, su familia, pero también pagaremos nosotros y cada uno de los que se han quedado callados y han permitido que esto suceda.
Magdalena: Al final, se han derramado muchas lágrimas…, todos hemos derramado muchas lágrimas.

(Se cierra el telón)

FIN

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